Denuncian en Argentina que Secretaría de Cultura prohíbe películas con contenidos feministas, LGBT+, que critiquen a la dictadura e incluyan a Lali Espósito.

La Secretaría de Cultura de Argentina prohíbe películas que critiquen la dictadura, que contengan contenidos feministas, LGBT+ y que “incluyan a Lali Espósito“, denunció el director y docente Goyo Anchou que reveló ante el periodista Daniel Cholakian (del medio Tiempo Argentino) la existencia de esta lista negra.

A esta información llegó Anchou cuando presentaba una propuesta para un ciclo de cine a un grupo de programadores de un espacio dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación que le comunicaron de una serie de “contenidos prohibidos en centros nacionales”.
La lista negra

El listado incluye temáticas “LGBT+, feminismos, críticas a la dictadura, defensas del gobierno previo”, y aquellas películas “que incluyan a Lali Espósito”.

Sus interlocutores afirmaron en la reunión que «es la primera vez que nos sucede, trabajamos acá desde siempre y nunca nos habían supervisado la programación de esta manera». 

Desde la Secretaría de Cultura de la Nación no hicieron ningún tipo de descargo y parece que su intención es seguir en esa tesitura. “Cuando nos decían que había una restricción para programar contenidos que hablaran mal de la dictadura, sentí una sensación de irrealidad”, cuenta Anchou. 

“Pero uno lo racionaliza y tiene sentido con lo que sabemos acerca del Gobierno”. Aunque sorprende que se impida proyectar películas que narren el terrorismo de Estado, “la censura tiene sentido con todo lo que está pasando en otros ámbitos. Son verosímiles las restricciones a los contenidos feministas y LGBT cuando desde las cúpulas del gobierno están profiriendo barbaridades contra las minorías sexuales. Pero en el momento en que te lo plantean, cobra la gravedad de la realidad que se manifiesta”.

Otras censuras del gobierno de Milei

La censura de películas es consistente con otras restricciones que en distintas áreas de gobierno se han conocido desde que Javier Milei es presidente de Argentina.

La Asociación del Personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria denunció la decisión de las autoridades del INTA al prohibir el uso de términos como “agroecología”, “cambio climático”, «biodiversidad», «género», «sustentabilidad», “huella de carbono” y “prohuerta”, entre otros.

Distintas fuentes de organismos dependientes de la jefatura de gabinete de la nación (cuando Nicolás Posse estaba al frente) relataron haber participado de reuniones en las que se les informó algunas palabras que no podían incluir en sus comunicaciones: “soberanía”, “festival” o “referente”, esta última porque denota territorio y militancia.

Más evidente es la política asumida por la cancillería argentina, que impulsó al menos en dos ocasiones la supresión de palabras en documentos multilaterales. En el Consejo de DD.HH. de la ONU apoyó un proyecto de enmienda que eliminaba el término “género” en una resolución sobre violencia de género. La propuesta fue rechazada.

Algo más grave ocurrió cuando solicitó que se quiten términos como “perspectiva de género”, “familias”, “defensores de derechos humanos”, “paridad de género”, “salud mental”, “discriminación”, “violencia sexual” y “mujeres trans” en el documento final de la 54º Asamblea General de la OEA, que se llevó a cabo el mes pasado en Paraguay.

Es un secreto a voces que ningún documento que emane de sus dependencias puede incluir referencias a cuestiones de género, sobre la defensa de los DD.HH. y la problemática ambiental.

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