Intendentes del conurbano bonaerense habrían solicitado al líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, que modere las tensiones entre su agrupación y el espacio político que respalda al gobernador Axel Kicillof. Este pedido habría surgido durante una cena informal, a la que también asistieron el senador nacional Eduardo “Wado” de Pedro y el exjefe de Gabinete provincial, Martín Insaurralde. Pese al temario, las señales parecen ir en otro sentido. Ferraresi -uno de los impulsores del gobernador- encabezó un plenario en Quilmes, donde gobierna Mayra Mendoza. 

El encuentro, que tuvo lugar en la Ciudad de Buenos Aires en ocasión del cumpleaños del intendente de Pilar, Federico Achaval, se realizó en un restaurante familiar y contó con la presencia de varios jefes comunales de la Primera y Tercera Sección Electoral, incluyendo a Gustavo Menéndez (Merlo), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Federico Otermín (Lomas de Zamora), Gastón Granados (Ezeiza), Andrés Watson (Florencio Varela) y Nicolás Mantegazza (San Vicente). Este grupo de intendentes está tomando cierta distancia del tira y afloja por el que transita el peronismo bonaerense desde que Unión por la Patria perdió la elección a nivel nacional, pero retuvo la provincia de Buenos Aires.

“Todos queremos pacificar. Que haya paz entre nosotros. Es innecesario que haya o siga un clima como el que hay hoy en día. No tiene sentido”, habría planteado uno de los intendentes que se dio cita en esa mesa de la que, por cierto, no participó Kicillof.

Durante la cena, los intendentes habrían expresado su preocupación por los enfrentamientos recientes entre La Cámpora y los sectores que trabajan en la construcción política de Kicillof. Aunque no estaba previsto discutir temas profundos de la política, se habría aprovechado la oportunidad para abordar esta cuestión, y varios habrían solicitado a Máximo que suavice las confrontaciones.

Entre las preocupaciones mencionadas, se habría destacado la incomodidad de los intendentes que buscan mantenerse neutrales en la disputa interna. La tensión entre Kicillof y Máximo Kirchner estaría afectando a los municipios, que, en un contexto de escasa asistencia del gobierno nacional, no pueden permitirse romper relaciones con la provincia.

El pedido concreto a Máximo habría sido que trate de acercar posiciones con Kicillof y baje la intensidad del conflicto. Se espera que en los próximos días se puedan ver señales de distensión o de mayor confrontación, según cómo se manejen las partes involucradas.

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