A partir de hoy, los precios de los combustibles en Buenos Aires experimentarán un aumento del 2,75%, una medida impulsada por la reciente devaluación del peso y la actualización de los impuestos a los combustibles. Este ajuste afecta tanto a la nafta como al diésel y responde a la necesidad de compensar los efectos de la inflación en la economía nacional.

Este aumento ha generado diversas reacciones en la provincia, especialmente entre transportistas y comerciantes, quienes ven incrementarse sus costos operativos. Desde el sector de logística se ha señalado que este incremento podría tener un impacto en los precios de productos básicos, generando una cadena de aumentos en los costos finales para los consumidores.

A pesar de que el porcentaje de aumento es menor al proyectado en un principio, los consumidores manifestaron preocupación por la continuidad de estos ajustes, que ya han impactado de manera considerable en los gastos mensuales de las familias bonaerenses. Analistas económicos prevén que, de continuar las actualizaciones en el precio del combustible, podría haber un aumento en la inflación

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