Walter Santiago “Alfa“, fue el jugador más longevo de la competencia en Argentina, y fue el último eliminado de manera democrática por el público de Gran Hermano. Si bien no pudo asistir al estudio el mismo domingo, anoche tuvo su primer debate con los panelistas y rompieron todos el rating del día.
Alfa, quien fue eliminado de la casa por una jugada espectacular de Julieta Poggio, continuó siendo el protagonista de esta edición fuera de la casa. Recibió preguntas de todo tipo por parte de los panelistas, además le dio un beso a Laura Ufbal y tuvo el programa más exitoso de la franquicia en Telefe con picos de 28 puntos de rating.
Llegando a un mano a mano con la exdiputada, Romina Uhrig, debió abandonar la casa y no pudo estar en el estudio cuando lo esperaba el conductor del programa, Santiago del Moro, debido a una movilización de SATSAID, gremio que defiende los derechos de los trabajadores de los canales de televisión.
“Nunca me creí poderoso. Te juro que no. Jamás me sentí el amo. Siempre fui el mismo. Podría haber quedado afuera en cualquier placa. Pero nunca me creí el amo de la casa”, explicó Alfa en el debate. Y parafraseó a Del Moro: “No era un retiro espiritual, no era una reunión de amigos. Era un juego y Romina jugó mejor. Y yo estoy afuera”.