El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó este jueves los datos sobre el índice de pobreza en el país, que alcanzó al 39,2% de la población, lo que rondaría en un estimado de más de 18 millones de personas -residentes en Argentina- viviendo bajo la línea de pobreza y, dentro de estos, más de 3 millones son indigentes.
Hoy la pobreza se ve reflejada en la falta de recursos necesarios para satisfacer las necesidades básicas de una persona o de una comunidad, incluyendo alimentos, vivienda, atención médica, educación y empleo. La falta de acceso a empleos bien remunerados, la falta de acceso a educación y la discriminación y desigualdad ocasionan que la tasa de pobreza en el país sea más alta que el año pasado. Con relación al primer semestre 2022, la pobreza trepó del 36,5 al 39,2 por ciento y la indigencia descendió del 8,8 al 8,1 por ciento.
Es de público conocimiento que la economía vio un crecimiento del 5,2 por ciento durante el año pasado y que el desempleo retrocedió de 7 a 6,3 puntos. Sin embargo, tanto la inflación -que trepó el 94,8%- como la pobreza se vieron disparadas a la par.
El INDEC destaca que más de la mitad de las personas de 0 a 14 años son pobres, puntualmente el 54,2%. Los grupos de 15 a 29 años y de 30 a 64 años varían entre el 45,0% y el 35,0% respectivamente. El grupo siguiente de 65 años y más, solamente el 14,5% se ubicó bajo la línea de pobreza.
Por otro lado, según el Instituto la tasa de pobreza aumentó para el conjunto de la población y, las mayores incidencias, se observaron en las regiones Noreste (NEA) con 43,6% y Noroeste (NOA) con 43,1%. En contraste, las menores se registraron en las regiones de la Patagonia 34,7% y la Pampeana 36,3%.
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