En un acto significativo y en defensa de la democracia, el presidente actual de Uruguay, Luis Lacalle Pou, junto a sus predecesores Julio María Sanguinetti, José Mujica y Luis Alberto Lacalle Herrera, se reunieron en la Torre Ejecutiva, sede del Gobierno de Montevideo, para conmemorar los 50 años del inicio de la dictadura cívico-militar que asoló al país sudamericano entre 1973 y 1985.
En una rueda de prensa conjunta, los cuatro líderes políticos transmitieron un mensaje unificado, destacando la importancia de la democracia en la vida cotidiana de los uruguayos. Lacalle Pou aprovechó la ocasión para recordar a dos expresidentes recientemente fallecidos, Jorge Batlle y Tabaré Vázquez, y enfatizó que, sin importar el partido político al que pertenezcan, todos los futuros mandatarios de Uruguay deberían mantener el compromiso democrático.
“Para que el ‘Nunca más’ sea verdadero, es necesario que haya democracia para siempre. La democracia se basa en los derechos electorales, un gobierno democrático, la separación de poderes, la representación de las minorías y los mecanismos institucionales para el reclamo, así como en la convivencia saludable entre los partidos”, expresó Lacalle Pou. Además, subrayó que la democracia se construye en diversos ámbitos, como los clubes o los lugares de trabajo, y debe garantizar la libertad individual.
Mujica, por su parte, afirmó que la democracia nunca será perfecta, ya que no son las instituciones las que fallan, sino los seres humanos quienes cometen errores. No obstante, enfatizó que hasta el momento no se ha encontrado un sistema mejor para el funcionamiento de las sociedades. También hizo hincapié en que afirmar la democracia implica que la responsabilidad política dé respuesta a los problemas más acuciantes y que defenderla es asumir la responsabilidad social de cada individuo.
Sanguinetti, a su vez, celebró el “gran acto de confirmación democrática” que Uruguay ha vivido en las últimas horas, resaltando el crecimiento del país en los aspectos social, económico, cultural y tecnológico. También reafirmó la importancia del lema “Nunca más” a la violencia, al autoritarismo mesiánico, a las utopías revolucionarias, a la intolerancia, a la descalificación del adversario y al desprecio.
Por último, Lacalle Herrera manifestó que el mensaje transmitido por “tres veteranos de guerra” y el presidente actual debe comenzar por enunciar un fin. Destacó la necesidad de que el sistema que recuperaron, legitimado por el voto y respetuoso de la ley, sea el gran objetivo del país. Hizo hincapié en la importancia de que cada individuo evite descalificar a otros por tener opiniones distintas y resaltó que las coincidencias y los acuerdos han sido los momentos de mayor progreso nacional.
La conferencia de los cuatro presidentes en Uruguay marcó un hito en la defensa de la democracia y resaltó la importancia de mantener los valores democráticos como parte integral de la vida cotidiana. En un gesto de unidad nacional, estos líderes políticos de diferentes fuerzas partidarias destacaron la necesidad de preservar y fortalecer la democracia en el país, sentando las bases para un futuro de consenso y progreso.