Según datos oficiales, menos del 5% de los beneficiarios de planes de empleo en Argentina logró obtener un trabajo formal a través de los programas de inserción laboral implementados por el Gobierno. A pesar de los esfuerzos para transformar los programas sociales en empleo genuino, la cifra sigue siendo baja.
El programa “Puente al Empleo” y el “Ingreso Protegido al Empleo” tenían como objetivo convertir los planes de empleo en trabajos registrados y de calidad. Sin embargo, de los casi 1,5 millones de beneficiarios de planes de empleo en diciembre de 2022, solo el 4,2% ha obtenido un trabajo formal a través de estos programas.
Puente al Empleo permitía a los beneficiarios continuar cobrando el beneficio durante 12 meses después de conseguir un trabajo en blanco, mientras que las empresas tenían una reducción del 100% de las contribuciones patronales durante 1 año. A pesar de estas medidas, solo el 0,6% de los beneficiarios dejó definitivamente el plan de empleo y lo reemplazó con un trabajo formal.
Mientras que Ingreso Protegido al Empleo, parte del programa Potenciar Trabajo, también ofrecía la posibilidad de que los beneficiarios conservaran el beneficio durante 12 meses si conseguían un empleo formal. Sin embargo, hasta mayo de 2023, solo 6.748 personas habían obtenido un trabajo formal a través de estos programas.
El politólogo Manuel Mera sugiere que estas iniciativas de “puente” entre programas de empleo y trabajo formal suelen enfrentar desconfianza por parte de los empleadores y a menudo no son bien recibidas por los movimientos sociales, ya que los beneficiarios cumplen un rol en la economía popular.