El próximo 3/12, a 30 años del estreno de “Amor amarillo” del ícono del rock nacional Gustavo Cerati, su hijo y reconocido músico Benito, junto a su banda y artistas invitados celebrarán este increíble momento en el escenario del Auditorio. No te pierdas esta emotiva travesía musical titulada “En viaje hacia la redención”.
Amor amarillo es el primer álbum de estudio solista de la carrera de Gustavo Cerati, realizado en el año 1993. Se trata de un material atravesado por la historia familiar, cuya producción está marcada por la afectividad. Se dió en un momento en que Cerati necesitaba conectar con la música desde otro lugar y buscando un espacio y una voz que le fueran propias. De ahí que esta sea su creación más íntima.
El disco se gestó en Santiago de Chile, ciudad a la que Gustavo se mudó acompañado de su esposa Cecilia Amenábar, que estaba esperando su primer hijo, Benito. Ella tuvo mucho lugar en el proceso creativo, era incluida por Gustavo a pesar de no saber tocar ningún instrumento de modo profesional. Y aún así grabó coros y tocó el bajo en la balada A Merced y cantó en Te llevo para que me lleves. Muchas de las letras y las melodías parten de anécdotas de la pareja.
Según contó en una entrevista, para Cecilia el disco en general habla de: “un viaje hacia la luz, cascadas de claridad, de astros, pulsares, cuarzos y leyes divinas. Esa frase ‘rasgando las tinieblas’ (de Te llevo para que me lleves) es muy clara: rompo todo para dejar entrar un rayo de sol en mi vida. De una vida a otra vida”. Además, cuenta que el nombre del material viene de unas piedras amarillas que recogieron en las playas de Los Roques. Para el músico ese color era la energía, el sol; de ahí nace: Amor amarillo.
La primera parte del álbum fue grabado en un estudio casero improvisado que armó Gustavo en la casa de Providencia que tuvo el nombre de Estudios Ámbar. Si bien tenía la sustancia, Cerati fue en busca de sus compañeros de Soda para terminar de darle el toque. Así llamó a Tweety González, tecladista de directo de la banda y lo incorporó como consultor de audio, y a Zeta Bosio quien sería su coproductor y grabó algunas pistas de bajo y teclado. Una vez que el disco se terminó de mezclar y grabar en Buenos Aires, se lanzó nada menos que 25 días antes del nacimiento de Benito.
La única presentación oficial del material fue una versión acústica que salió al aire para la radio FM 100. Unos 100 espectadores dentro del estudio y otros 700 más siguieron el evento desde las pantallas ubicadas en la calle Mansilla. Lo secundaron en la tarea Zeta Bosio (bajo) y Flavio Etcheto (guitarra), transitando por un repertorio de canciones como “Bajan” de Luis Alberto Spinetta, “Pulsar” y “Cabeza de medusa”. En un clima intimista, Cerati realizó también una increíble versión de “Entre caníbales”, para confirmar que la magia de Soda, seguía presente en el aire.
Para el biógrafo de Cerati, Juan Morris, aquel disco fue un gran paso a partir de una necesidad bien marcada. “Aunque lo grabó y lo editó, Amor Amarillo fue un tanteo, una exploración casi privada. Y un registro completamente novedoso para él. Fue un espacio fuera de Soda Stereo en el que Gustavo comenzó a incubar su carrera solista”.
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