De cara al arranque de temporada, Boca tendrá bajas importantes por la venta de Barco y la convocatoria de Sub23. Con esas ausencias, Diego Martínez entiende que será la gran oportunidad para levantar el nivel de dos jugadores que no han tenidos muchos minutos con Almirón.
Puede parecer que el número de camiseta no lo es todo. Al menos desde la desregulación que permitió muchos años atrás romper con el esquema del uno al once para la formación titular y se volvió habitual ver a futbolistas con dorsales por encima del veinte, treinta y hasta cuarenta. Pero, más allá del peligro de extinción, hay algo que nunca va a perder su sentido y es el significado del número diez. Y mucho menos en Boca, donde gran ídolo y actual presidente es Juan Román Riquelme.
En este contexto, desde que Román llegó como vicepresidente se percibió cierta intensión de cuidar al viejo enganche como si Boca fuera una reserva natural, un área de protección. Que arranca en las Inferiores y se traslada a la Primera. Ni siquiera Jorge Almirón que llegó con su 4-3-3 puedo resistirse y, en cuanto perdió a Sebastián Villa, apeló en varios momentos a distintos jugadores para que ocupen la función: Martín Payero, Cristian Medina y hasta Valentín Barco, con libertad para soltarse desde el sector izquierdo del mediocampo.
Ahora, con Diego Martinez ”el enganche volvió desde el primer día en la mayoría de las prácticas de fútbol y nada es casualidad. Lo hicieron posible la persistencia de Riquelme, su gusto por el esquema tradicional con el que brilló como jugador, y el conocimiento del propio DT de un jugador con el cual se reencontró en el plantel: Ezequiel Bullaude el mismo que tuvo en 2020 en su breve paso por Godoy Cruz.
Ya puso a Bullaude en esa posición en el primer ensayo que hizo como técnico de Boca, durante la semana pasada, y reiteró en los últimos días. Sólo en el turno matutino del jueves probó algo distinto, más parecido al 4-4-2 que utilizó en su etapa en Huracán. Ya por la tarde, volvió al enganche y La Flaca fue nuevamente el elegido. Un enganche moderno, por llamarlo de alguna manera. Que no se define como enganche ni diez, sino como un jugador que se siente cómodo jugando “atrás del nueve como volante ofensivo”.
En definitiva, Bullaude cumplió esa función con Martínez en Godoy Cruz. En seis de los ocho partidos que compartieron en esa etapa. “El dibujo táctico lo vamos a ir descubriendo en esta semana, pero que sea un equipo que se ordene de tener la pelota más tiempo que el rival, y que se traduzca en llegar la mayor cantidad de veces”, anticipó el entrenador dos semanas atrás en su presentación. Y por lo visto fue descubriendo que en Boca se puede jugar con un diez. Aunque ese diez tenga el número cinco en la espalda.
Hay una vacante en el sector izquierdo de Boca
¿En qué puesto usó Martínez a Ramírez y Bullaude? El ex San Lorenzo ocupó su posición de volante por la izquierda. Con la ausencia de Barco y por ahora la no llegada de Zenón, Ramírez deberá hacer las cosas bien para quedarse con ese puesto.
¿Se los verá en el equipo titular contra Gimnasia y Tiro en Salta? Ambos viajarán y formarán parte del once. Boca tiene dos compromisos en los próximos días: el conjunto salteño el próximo sábado a las 21 y el 20 de enero ante Talleres en Córdoba. Luego de ello, llegará lo importante: Platense en condición de visitante. ¿Arrancarán conformando el 11 del flamante DT?