Bajo las políticas impartidas por el Ministerio de Seguridad de la Nación encabezado por Patricia Bullrich y como resultado de una profunda investigación y cooperación internacional, la Policía Federal Argentina detuvo en la Ciudad de Buenos Aires al líder de una banda que se dedicaba a realizar “estafas piramidales” en nuestro país. El involucrado se encontraba prófugo y era buscado por la justicia boliviana.
Todo se inició cuando la organización delictiva instaló una empresa de origen brasileña en el municipio de Capinota, ciudad de La Paz (Bolivia), dedicada a la captación de futuros damnificados interesados por ingresar en un nuevo emprendimiento. Para ello, éstos debían comprar acciones por un valor de 200, 400 o 3.600 dólares y de acuerdo al monto generarían una rentabilidad de entre el 5% semanal y el 20% mensual, sumada a la devolución del capital, que sería en dos fases. Además, insistían en que las víctimas consiguieran más adherentes inversores para que pudieran transformarse en distribuidores autorizados de la firma, con la promesa de cobrar una comisión.
Esta entidad realizó diversas estafas en todo el continente proponiendo negocios que consistían en la compra, en forma anticipada, de packs de diamantes que empezaban desde los 400 hasta los 36 mil dólares. La operatoria era la siguiente: una vez emplazada dicha empresa en cada país, y con el fin de evadir diversas normas financieras, los directores ejecutivos creaban una criptomoneda con la cual lograban ingresar al mercado de las divisas digitales para así realizar transacciones millonarias con el dinero obtenido.
Con gran difusión en las redes sociales, la firma se presentó en la Argentina como una empresa multinivel que ofrecía la posibilidad de invertir en la explotación de minas de diamante en Mozambique (uno de los principales productores mundiales) y con la expectativa de obtener ganancias del 150% anual, lo que motivó una investigación de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) en el año 2017. Se calculó que aproximadamente 30.000 inmigrantes bolivianos radicados en Argentina fueron estafados por la firma aquel año, con una recaudación aproximada de 60 millones de dólares.
A solicitud de Juzgado Penal de Sustancias Controladas y Liquidador de Sentencia N° 5 del Estado Plurinacional de Bolivia, la Organización Internacional de Policía Criminal (O.I.P.C. – Interpol) emitió una captura internacional con notificación de índice rojo para la captura del cabecilla de la organización. Fue entonces que los efectivos de la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones de la PFA iniciaron un exhaustivo y fluido intercambio de información con la OCN La Paz – Interpol, que permitió individualizar distintas propiedades (edificios, supermercados, departamentos) y vehículos de alta gama adquiridos por la banda.
Con el total de las pruebas obtenidas, y a raíz de la alerta internacional antes mencionada, el personal policial comenzó diversas tareas de campo para dar con el buscado, hasta que se pudo constatar que el mismo se encontraba en el barrio porteño de Villa Lugano. Por este motivo se montó un discreto operativo en la zona, que culminó con su arresto en la vía pública.
De esta manera se dio fin al núcleo de la organización criminal, ya que el resto de los integrantes fueron detenidos en septiembre de 2023. El apresado, argentino de 25 años de edad, quedó a disposición del Juzgado Nacional en Criminal y Correccional Federal N° 6 a cargo interinamente del Dr. Ariel Lijo, Secretaría N° 5 a cargo de la Dra. Paula Sanz, a la espera de su extradición.