Tras los notables aumentos de enero, febrero trae consigo una nueva ola de incrementos que afectará diversos aspectos económicos, desde el transporte hasta los servicios de salud. Analistas pronostican que, luego de una inflación del 25,5% en diciembre, la subida de precios continuará en febrero, consolidando un escenario de dos dígitos.
En el ámbito del transporte público, los colectivos, trenes y subtes experimentarán aumentos significativos. Respecto a los colectivos, se espera que los tramos cortos alcancen aumentos de más del 200%, con tarifas que variarán según la distancia del viaje y el uso de la tarjeta SUBE.
En el sector de la salud, las empresas de medicina prepaga, liberadas de topes por el mega DNU presidencial, planean aumentar las cuotas entre un 27% y un 29% en promedio para febrero. La falta de límites en la diferencia entre los planes para diferentes grupos etarios generará un aumento considerable en los costos.
En el ámbito inmobiliario, los alquileres, aunque la Ley de Alquileres fue derogada por un DNU, mantendrán sus condiciones actuales hasta la finalización de los contratos en curso. Aquellos bajo la normativa derogada pueden enfrentar incrementos cercanos al 147,1% anual.
El transporte subterráneo en Buenos Aires también experimentará ajustes, con un incremento del 56% en las tarifas del subte a partir del 4 de febrero.
Los servicios de internet y cable también seguirán la tendencia al alza, con empresas anunciando un segundo aumento en 2024 que podría superar el 25%, dependiendo del servicio y la operadora.
En el ámbito energético, se espera un nuevo esquema de tarifas de gas en febrero debido a la eliminación de subsidios por parte del Gobierno para reducir el déficit fiscal.
Finalmente, en el sector de los combustibles, el congelamiento de impuestos a los combustibles finaliza el 1° de febrero, lo que podría resultar en un aumento en los precios de las naftas, impactando directamente en los surtidores.
Este panorama de aumentos generalizados plantea desafíos económicos para los ciudadanos y refleja la complejidad de la situación financiera actual.