El 3 de febrero de 1813 se produjo el Combate de San Lorenzo, un enfrentamiento armado entre, por un lado las Provincias Unidas del Río de la Plata, representadas por el Regimiento de Granaderos a Caballo, a cargo de su creador, en ese entonces coronel José Francisco de San Martín; y por el otro, los realistas que se encontraban sitiando la ciudad de Montevideo, al mando del capitán Antonio de Zabala. Este combate que tuvo lugar en las cercanías del convento franciscano de San Carlos, situado en la ciudad de San Lorenzo, actual provincia de Santa Fe, fue el bautismo de fuego del Regimiento de Granaderos a caballo y fue el único combate luchado por el Regimiento y San Martín en territorio argentino.
En enero de 1813 el gobierno de Buenos Aires le encargó a San Martín la protección de la costa del río Paraná entre Zárate y Santa Fe, zona que controlaban los realistas. El 28 de enero, el futuro Libertador, que esperaba ansioso la oportunidad de entrar en combate, marchó junto a sus granaderos, siguiendo el avance realista por las costas del Paraná. San Martín destinó vigías que, desde tierra, siguiesen los movimientos de los buques españoles y, gracias a ese trabajo de inteligencia, decidió esperar el desembarco cerca de la posta de San Lorenzo, estableciendo su cuartel en el convento de San Carlos.
Cuando los realistas desembarcaron, San Martín y sus granaderos los atacaron con un movimiento de pinzas ya que cargando desde la parte trasera del convento, los rodearon y forzaron al enemigo a replegarse hacia sus buques.
Durante el combate el caballo de San Martín fue alcanzado por una bala de cañón y en consecuencia, el futuro general resultó herido, quedando inmovilizado por el animal. En ese momento el granadero Juan Bautista Baigorria intervino heroicamente al matar al soldado realista que iba a dar muerte a San Martín con su bayoneta. En tanto, el soldado correntino Juan Bautista Cabral ayudó a liberar a San Martín de la opresión del caballo, salvándole la vida.
En esta heroica acción, el capitán Justo Bermúdez, el teniente Manuel Díaz Vélez y el soldado Juan Cabral perdieron la vida, siendo conmemorados en la Historia Argentina. Aunque se cree que Baigorria falleció en el combate de San Lorenzo, los registros indican que sirvió en el ejército de los Andes hasta aproximadamente 1818. San Martín atribuyó a Cabral la frase, en guaraní, “muero contento hemos batido al enemigo”, en sus últimos segundos de vida, según una carta enviada a la Asamblea.
La llegada de las tropas de Bermúdez impidió que los realistas se reorganizaran, asegurando la victoria de San Martín. Los realistas huyeron precipitadamente, algunos lanzándose al río y pereciendo ahogados.
El combate, que duró aproximadamente 15 minutos, tuvo consecuencias estratégicas significativas ya que luego de esta primera victoria del Regimiento no se realizaron más campañas de los realistas de Montevideo hacia el río Paraná. Además de ser el bautismo de fuego del Regimiento de Granaderos a Caballo, este combate fue un paso importante hacia la liberación de Argentina del dominio español que contribuyó luego al proceso de independencia en América del Sur.
Marcha de San Lorenzo
Compuesta por el uruguayo Cayetano Silva en 1901, la marcha de San Lorenzo evoca el combate del 3 de febrero de 1813. Fue interpretada en público (sin letra) por primera vez en 1902 primero en San Lorenzo y luego en la inauguración del monumento al General José de San Martín en la ciudad de Santa Fe. Su letra fue escrita en 1907 por el mendocino Carlos Javier Benielli.
La Marcha “San Lorenzo” ha sido designada Marcha Oficial del Ejército Argentino para rendir honores al Comandante en Jefe del Ejército y es la Marcha Oficial del Regimiento de Granaderos a Caballo “General San Martín”.