El Gobierno continuará con la reducción de los pasivos en pesos y la acumulación de reservas, junto al sostenimiento del superávit fiscal obtenido en enero. El Presidente y el ministro de Economía consideran que liberar las trabas cambiarias provocará una caída del dólar
La eliminación del cepo cambiario para mediados de año se transformó en uno de los compromisos más fuertes asumidos por Javier Milei de cara a los grandes desafíos económicos que hay por delante. El Presidente considera además que no será necesario nuevos ajustes bruscos del dólar oficial.
Previo a regresar a Buenos Aires, Milei confió a su círculo íntimo que la decisión de liberar las restricciones cambiarias está tomada. Y que hacerlo a mitad de año no es antojadizo: para ese momento, no solo el Banco Central habrá acumulado muchas más reservas por el ingreso de dólares de la cosecha gruesa, sino que además se acelerará la limpieza de pesos excedentes por parte de la autoridad monetaria.
Esta reducción de pasivos implica, en otras palabras, que ya no habrá pesos excedentes para correr contra el dólar. Este aspecto es clave para liberar el cepo sin sufrir una corrida cambiaria.
Tanto el equipo económico con Luis Caputo al frente como el propio Presidente comparten la idea de que el actual nivel de los dólares financieros se encuentra en valores altos a niveles históricos. “Los salarios están muy bajos en dólares, está claro que una Argentina normalizada va a niveles de ingresos en moneda dura más altos”, asegura Milei.
Una de las grandes incógnitas sobre el proceso para llegar a la liberación del cepo es qué sucederá con el dólar oficial. Pero en el Gobierno consideran que de ninguna manera será necesario un salto brusco del tipo de cambio.
El Presidente destaca, además, que los dólares financieros no se movieron en los últimos 30 días, con fuerte resistencia a superar el nivel de $ 1.200. Incluso la tensión generada por el retiro del proyecto de ley ómnibus que definió el Gobierno no tuvo impacto en el tipo de cambio, aunque sí repercutió muy levemente en los precios de acciones y bonos.
Uno de los objetivos principales de la futura liberación del cepo cambiario es que no se produzca un salto cambiario como el sucedido en 2015.
Por eso es clave evitar que la brecha cambiaria se agrande respecto a los actuales niveles, algo que sí ocurrió en el arranque de 2024. Pero la condición para que no se vuelvan a disparar los dólares financieros no solo pasa por controlar la cantidad de pesos en circulación, sino también por sostener el buen resultado de las cuentas públicas de enero.
El proceso de “limpiar” los pesos excedentes en la economía se produce por distintas vías simultáneas: la reducción de tasas que paga el Central por sus pasivos, la colocación de pases pasivos para absorber y como elemento novedoso la colocación de Bopreal.
El paso posterior a la liberación cambiaria es la dolarización. Milei reiteró que se trata de una alternativa deseada y que no está tan lejana como parece. “Hoy las reservas cubren el 87,5% de la base monetaria, así que nos vamos acercando mucho a esa posibilidad”, aseguró el fin de semana. En las próximas semanas habría además encuentros con técnicos de Ecuador que en su momento colaboraron para avanzar con dicho proceso en ese país, hace ya 20 años.