El ex presidente viajó a México donde dio una entrevista a un medio de comunicación y una clase magistral en la UNAM. Aseguró que en esta etapa mantendrá un bajo perfil. “Debemos dejarle paso a las próximas generaciones”, sostuvo

En medio de la investigación por el escandalo por los contratos de los seguros, en los organismos del Estado, el expresidente Alberto Fernández defendió su gestión y ratificó su inocencia ante cualquier denuncia por irregularidades durante los últimos cuatro años durante un viaje a México donde ofreció una conferencia magistral en la Universidad

Tengo la tranquilidad de que no he cometido ningún hecho indebido”, sostuvo en un medio de comunicación mexicano.

El exmandatario se refirió durante el reportaje a las acusaciones que se vienen presentando en su contra, entre ellas el discurso que brindó el presidente Javier Milei en una exposición rural donde le adjudicó un consumo diario de champagne aunque horas más tarde reconoció que dicho dato era falso y pidió disculpas.

Es la parte miserable de la política. Uno puede hacer política sin dañar ni ensuciar al otro”, señaló Fernández sobre ese comentario, y volvió a “agradecerle el gesto” a Milei por rectificar sus dichos. Y continuó: “Quisiera que todos tuvieran la misma actitud. Allí (en Argentina) el peso de los medios y de las redes en las sociedades es muy fuerte. Se ha fortalecido el poder mediático y concentrado y es un enorme riesgo para la democracia”.

Sobre ese punto, Fernández consideró que “son tiempos que hay que pasar” y volvió a defenderse, en medio de las denuncias hacia su gestión y a funcionarios que habrían realizado contratos con allegados. “Estoy para explicar todo lo que tengo que explicar porque tengo la tranquilidad de que no he cometido ningún hecho indebido”, sentenció.

Las denuncias que formuló el Ministerio de Capital Humano contra los responsables de la anterior gestión de ANSES fueron por fraude en la administración públicaabuso de autoridad y violación de los deberes de funcionarios público; negociación incompatible con el ejercicio de la función pública; tráfico e influencias; y malversación de caudales públicos.

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