El rechazo al DNU presidencial que concretó el último jueves Martín Lousteau, acompañado por el fueguino Pablo Blanco, generó una revolución interna y un gran interrogante sobre el futuro partidario. Es que Lousteau es desde diciembre el titular del Comité nacional, y ayer fue el destinatario de un comunicado con tono de pocos amigos que firmaron cuatro de los cinco gobernadores de la UCR, entre ellos el jujeño Carlos Sadir, que responde a su socio Gerardo Morales. “Desde el lugar que ocupa cada uno, debemos contribuir con acciones conducentes a lograr los acuerdos que ayuden a sacar a nuestra sociedad de la profunda crisis que está atravesando”, dice el texto, que no suscribió Maximiliano Pullaro, dedicado de manera exclusiva a la grave situación en Santa Fe. El revuelo había comenzado el lunes con un comunicado del Comité y la Convención nacional (que preside Gastón Manes) a “promover y defender los principios históricos del partido”, una alerta a quienes ya anticipaban el acompañamiento al DNU.

El análisis ahora se traslada a Diputados, donde el bloque comandado por Rodrigo de Loredo incluye a una amplia variedad de posturas que ubican al bloque lejos de la unidad interna. Por caso, las diputadas Danya Tavela y Carla Carrizo del espacio Evolución manifestaron de manera pública su apoyo a la decisión de Lousteau, jefe político del espacio interno.

De Loredo, referenciado originalmente en el sector de Lousteau, ahora hace equilibrio como titular de una bancada que no logra marchar en conjunto. El cordobés fue uno de los que concurrieron ayer a la Casa Rosada para encontrarse con el ministro Guillermo Francos, donde llevaron una propuesta alternativa para dividir el DNU en leyes por temas. Además, pidió que la fórmula jubilatoria quede afuera de la ley de Bases.

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