La provincia de Santa Cruz realizó un cambio significativo en su política de atención médica al anunciar que comenzará a cobrarles a los extranjeros que quieran atenderse en sus hospitales públicos. De esta manera se unió a la provincia de Salta, que tomo la misma medida a fines de febrero.
El ministro de Salud provincial, Ariel Varela, fue el encargado de hacer el anuncio. Explicó que el objetivo es abordar una situación del sistema de salud que calificó como crítica debido a los recortes de fondos impuestos por el Gobierno nacional.
“Nos han recortado en medicamentos, la provincia tiene que salir a comprar 16 mil litros de leche y en aumento de los insumos hay un incremento del 239%”, enumeró el funcionario.
Al dirigirse a los medios de comunicación locales, Varela enfatizó la gravedad de la situación, calificándola como “realmente insostenible”. Según el ministro, los recortes en medicamentos y otros insumos llevaron al sistema de salud de Santa Cruz a una “encrucijada financiera”.
La medida establece que los extranjeros que acudan a los hospitales públicos de la provincia serán sujetos a un cobro del 50% sobre el valor del nomenclador. Esta tarifa se aplicará a todos los extranjeros no residentes en Santa Cruz, o sea que la excepción serán aquellos que tengan residencia en esa provincia patagónica.
Varela enfatizó que la prioridad es garantizar la atención de los residentes locales y señaló que el sistema de salud no puede seguir sosteniendo una carga que excede su capacidad financiera.
“Estamos ya en esa tratativa, implementamos un nuevo carné hospitalario donde hay ciertos requisitos y nosotros tenemos que cubrir a los carenciados que realmente lo necesitan”, señaló Varela . Se espera que en los próximos días las autoridades firmen la resolución y la publiquen en su boletín oficial.
El anuncio de Santa Cruz no es una medida aislada. Salta tomó una decisión similar, que comenzó a correr en marzo, con el objetivo de salvaguardar la solvencia de su propio sistema de salud público.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, explicó que se trata de una medida que apunta a recuperar entre el 5 y el 10% del presupuesto anual que el Estado provincial destina a la salud pública. “Se procura garantizar la solvencia del sistema de salud público salteño”, argumentó el mandatario provincial en aquel momento.
En el caso de la provincia del norte, en esos 31 días de marzo la cantidad de gente de otros países que se atendió en el sistema provincial de salud se desplomó hasta un 90%.
Un claro ejemplo es lo que sucedió en Orán, una ciudad muy importante casi pegada al límite con Bolivia. “Desde que comenzamos a cobrar, de casi 3.000 extranjeros que pasaban por mes en el hospital y otros efectores de salud públicos, cayó a 60 pacientes”, indica el ministro de Salud salteño, Federico Mangione.