El domicilio del hermano del vicepresidente de Boca, Cristian Riquelme fue registrado en el marco de una causa en donde se investiga una presunta reventa de entradas, lo que provocó un gran revuelo en el Xeneize.
El allanamiento se realizó en una vivienda de Pilar, en donde fuentes cercanas a la investigación comentaron que se extrajeron elementos muy valiosos para la causa que se está llevando adelante, a pesar que el sospechoso tuvo una insólita respuesta ante una consulta puntual durante el operativo.
Cuando los representantes de la justicia preguntaron dónde estaba su teléfono celular, el hermano de Juan Román Riquelme adujo que lo había perdido una hora antes.
Cristian “Chanchi” Riquelme es el hermano de Román y asesor del Consejo de Fútbol. Tiene un cargo rentado desde junio de 2020 y es la mano derecha del ídolo de Boca. Tiene un perfil polémico y también lo tiene en sus redes sociales, donde suele expresarse como vocero de los intereses del ídolo Xeneize.
Pero no solo fue allanado el domicilio de “Chanchi” Riquelme sino que también se registró al e+club Boca Juniors en sus principales instalaciones como en el estadio la Bombonera, en el microestadio Luis Conde, situado en el complejo Pedro Pomplio, y en el Polideportivo Benito Quinquela Martín.
Estos procedimientos se realizaron frente a una denuncia de un particular por presunta impresión de entradas falsas para su reventa y otras actividades ilegales que probarían una conexión entre dirigentes de la institución y la barra brava, dijeron fuentes judiciales.
El procedimiento, decidido por el magistrado Pablo Casas, del Juzgado de primera instancia en lo Penal Contravencional y de Faltas N°10, se realizó por más de seis horas dentro de la misma causa, que investiga la doctora Celsa Ramírez, a cargo de la Fiscalía de Eventos Masivos de la Ciudad de Buenos Aires.
Y también se allanaron otros dos inmuebles en la Ciudad, correspondientes a Luis Ángel Vildozo y Aldo Alfredo Cufré, quienes habrían sido reconocidos por peritos judiciales en escuchas telefónicas relacionadas con el circuito de los tickets apócrifos.
La justicia porteña sospecha sobre la impresión de entradas falsas para la reventa, como también de otras conductas prohibidas como la venta ambulante, la explotación de estacionamientos clandestinos en la vía pública y la venta de indumentaria del club por fuera del circuito oficial, realizada en concordancia entre los directivos y La 12.