Gimnasia está en problemas. La Tabla General lo ubicó en una posición incómoda con respecto al descenso y necesitará borrar rápidamente la imagen que dejó en la presentación que tuvo en la Copa de la Liga.

El “Lobo” no dejó buenas sensaciones en el debut y cayó de manera contundente pro 3-0 ante Talleres en el Bosque. Por primera vez en el año se fue silbado y obligó una rápida reunión el día después entre el presidente Mariano Cowen con el entrenador Sebastián Chirola Romero, ya que no solo no gustó el rendimiento del equipo sino tampoco las declaraciones del entrenador en el post-partido sobre el tema refuerzos.

Cowen fue acompañado por el vicepresidente Juan Pablo Arrién, el secretario Oscar González Arzac y el gerente Marcelo Gauna por el área de fútbol profesional. Del lado de Chirola se sentaron sus ayudantes de campo, Nicolás Cabrera, Emanuel Trípodi y Pablo Romero.

La directiva se movió rápido y cerró a Rodrigo Saravia y de Matías Abaldo; Saravia, tiene 23 años, nació en Montevideo y juega como mediocampista central; Abaldo juega como extremo derecho, fue formado y juega en el Defensor Sporting en la liga uruguaya. Tiene 19 años, mide 1,72 y formó parte del Seleccionado Sub 20 que se consagró campeón este año en nuestro país.

El mercado continúa abierto y el entrenador insiste por la contratación del jugador de tTigre, Agustín Cardozo. Para esta Copa de la Liga, además de los dos uruguayos llegaron un par de nombres de experiencia como los de Lucas Castro y Pablo De Blasis, y se fueron varios jugadores, como Ignacio Miramón y Alan Lescano, como los más relevantes, entre otros.

Gimnasia arrastra una racha negativa de 9 partidos sin triunfos (8 por el torneo local y uno de Copa Sudamericana), sumó 30 puntos en la general y solo lo separan dos unidades del trío: Huracán, Independiente y Colón (al que visitará el viernes a las 21.30) que por el momento deberían jugar entre sí, para definir quién se iría al descenso; por lo que la situación generó una gran preocupación.

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