Agosto cerró con un notorio incremento en la tasa de inflación mensual en Argentina, tal como lo adelantaban previsiones y revelan múltiples relevamientos realizados por consultoras privadas. La variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se estima en alrededor del 11%. ¿Los motivos? Devaluación del dólar oficial, volatilidad en los alternativos y el nuevo “dólar maíz“.

La subida en el precio de la carne, que venía rezagada en meses anteriores y se disparó tras la implementación del “dólar maíz“, también influyó significativamente en el aumento de la inflación el mes pasado. Según distintas consultoras, la tasa de inflación registrada es la más alta en más de treinta años. El dato oficial se dará a conocer el próximo miércoles 13 de septiembre.

Según el IPC calculado por la Fundación Libertad y Progreso, la inflación de agosto fue del 10,7%, marcando la tasa mensual más alta desde marzo de 1991. La variación interanual alcanzó el 120,8%, un nivel no visto desde septiembre de 1991.

El rubro “Alimentos y bebidas no alcohólicas” experimentó un aumento del 9,9%, siendo el de mayor impacto en el índice. A pesar de su contribución significativa, otros seis rubros registraron aumentos de dos dígitos, incluyendo “Medicina” con un incremento del 16,0%, seguido por “Comunicaciones” con un 15,2%, y “Vivienda” y “Educación“, ambos con un aumento del 14,5%. “Mantenimiento del Hogar” y “Bienes y servicios varios” crecieron un 13,1% y un 11,4%, respectivamente.

Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación, advierte que el aumento registrado en el IPC durante agosto tendrá un efecto arrastre superior al 4% en el índice de septiembre. A pesar de los congelamientos de precios dispuestos por el gobierno, que incluyen combustibles y transporte, la inflación subyacente se acerca a los dos dígitos, acumulando inflación reprimida.

Diversos relevamientos, como el realizado por C&T, también informaron una inflación de alrededor del 11%, destacando que la dinámica inflacionaria se intensificó después del aumento en los tipos de cambio en agosto.

Algunas consultoras, como Ecolatina, estimaron una subida aún mayor, del 11,2%. Este incremento se atribuye principalmente al rápido traslado de los cambios en el tipo de cambio oficial y la escalada de los tipos de cambio paralelos, así como a los aumentos en el precio de la carne vacuna debido a los incrementos en el precio del ganado en pie.

La inflación en el rubro de alimentos y bebidas fue especialmente notoria, con incrementos promedio mensuales de hasta el 10,1%, según relevamientos de la consultora LCG. Las verduras subieron un 12% y las carnes un 11,3%, con estas últimas teniendo la mayor incidencia en la variación mensual.

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