El Gobierno anunció un nuevo sistema que permitirá a los usuarios del transporte público de trenes y colectivos renunciar voluntariamente a los subsidios. A partir de esta semana, aquellos pasajeros que consideren que no necesitan el apoyo estatal podrán optar por pagar el costo real del boleto, que se estima en 1.100 pesos para el tren y 700 pesos para el colectivo, de acuerdo con los cálculos de costos de las empresas.
El ministro de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, presentó esta iniciativa con un enfoque político y en el contexto de una campaña electoral en la que el subsidio al transporte se ha convertido en un tema de debate público. El objetivo es brindar a los ciudadanos la oportunidad de decidir si desean mantener o renunciar a los subsidios y, al mismo tiempo, sensibilizar sobre el esfuerzo del Estado en este ámbito.
El aumento propuesto es significativo, ya que el costo real del boleto de tren pasaría de los actuales 11.57 a 52.95 pesos, hasta 1.100 pesos sin subsidio. Del mismo modo, el boleto de colectivo, con un valor mínimo de 52.96 pesos, aumentaría hasta 700 pesos sin subsidio.
Para aquellos que deseen conservar el subsidio, no será necesario realizar trámites adicionales. Esta medida no afectará la capacidad de los usuarios para acceder a la compra de dólares, ni de manera oficial ni en los mercados financieros.
El ministro Giuliano subrayó que los subsidios al transporte son una política de Estado que el gobierno defiende firmemente. Estos subsidios tienen varios beneficios, como proporcionar un salario indirecto a los trabajadores que utilizan el transporte público, promover prácticas amigables con el medio ambiente y favorecer la organización urbana al reducir el uso de vehículos particulares, que contribuyen a la contaminación y al tráfico.
El proceso de renuncia a los subsidios será sencillo. Los usuarios de la tarjeta SUBE podrán completar un formulario en línea en el sitio web oficial del Gobierno. También podrán solicitar pagar la tarifa plena sin subsidio directamente a los conductores de colectivo. A partir del 27 de octubre, los pasajeros que hayan optado por renunciar al subsidio verán un aumento automático en el costo de sus boletos.
Además, la renuncia al subsidio conllevará la pérdida de los beneficios asociados a la tarjeta SUBE, como los descuentos en la tarifa, el acceso a la RED SUBE y otros atributos locales. Aunque inicialmente esta medida solo se aplicará a las jurisdicciones nacionales, el Gobierno invitará a las provincias a implementar un registro similar para que los usuarios de todo el país tengan la opción de renunciar a los subsidios.
El ministro reiteró que las tarifas del transporte público seguirán congeladas hasta el 10 de diciembre y que, si el oficialismo permanece en el poder, revisarán el sistema de subsidios en el futuro.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, hasta septiembre de 2023, el Ministerio de Transporte ha destinado 307.928 millones de pesos al programa presupuestario “Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte“, que es la principal fuente de financiamiento para los subsidios al transporte público de pasajeros.