El ex jefe de Gobierno decidió no participar ni tener representantes en la futura cúpula del partido. Cree que hay una tendencia irreversible a ser absorbidos por La Libertad Avanza. Reuniones con gobernadores, Harvard, Columbia y un repliegue que puede ser definitivo

El ex jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta tomó una decisión que quedará explicitada en pocas semanas. Enfrentado a Mauricio Macri Patricia Bullrich por la relación estrecha con Javier Milei, ya no formará parte de la conducción del PRO y tampoco habrá un representante suyo cuando se presenten la lista para renovar autoridades, el 19 de marzo. Será en el futuro próximo un afiliado raso mientras rechaza el rumbo irreversible que está tomando el partido, de “terminar en los brazos” del líder libertario.

Es una definición que se da en un momento de tensiones cruzadas en el PRO y cuando quedó explicitada una pelea abierta también entre Macri y Bullrich. La carta que se conoció el fin de semana de apoyo explícito al presidente en su pelea con el gobernador de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres, por la coparticipación puso a la ministra de Seguridad en una vereda distinta a la del ex presidente, que evitó hacer declaraciones que pudieran agravar un conflicto desatado y con final incierto. De esa escalada, el ex precandidato presidencial estuvo ajeno.

Larreta dio un paso atrás en el “todos contra todos” en el que se sumergió el partido que en 2015 fue gobierno nacional, bonaerense y porteño al mismo tiempo y que después de quedar tercero en las presidenciales del 2023 terminó en una crisis de identidad de la que todavía no salió. El ex jefe de gobierno, que perdió la interna, cree que Juntos por el Cambio dejó de existir la misma noche en que Macri y Bullrich sellaron con Milei el “Pacto de Acassuso” para apoyarlo en el balotaje contra Sergio Massa.

Larreta se está acostumbrando a un estado de incertidumbre por primera vez en más de 20 años. Desde que empezó a trabajar con Macri en la construcción de Compromiso para el Cambio -la marca que luego mutaría en PRO, Cambiemos y, finalmente, Juntos por el Cambio- viene pasando de objetivo en objetivo político. De hacer campaña para la jefatura de Gobierno como compañero de fórmula de Macri, a llegar al gobierno de la ciudad y ser ocho años jefe de Gabinete; luego otros ocho años como jefe de gobierno y, encarar el fallido proyecto presidencial. De principios de 2000 hasta 2023 nunca vivió sin saber cuál sería su próxima meta. Lo contrario del presente.

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